De la manera más explícita posible el pasado no nos deja indiferente una vez más en la visita del Memorial Nacional del campo de concentración holandés Vught. Hace unos días tuve la oportunidad de conocer el último campo oficial de las SS en la Europa occidental. Fue creado como un campo de tránsito donde muchos judíos fueron después recolocados en otro similar y después en los campos de exterminio de Polonia. La verdad que hablar de exterminio industrial de personas suena tan raro como díficil escribirlo, pero estos son algunos de los recuerdos nefastos que nos deja nuestra historia.
Muchos de los presos de Vught trabajaron en la industria textil confeccionando prendas de ropa o para la compañía electrónica Phillips.
Fue denominado campo político, a parte de los judíos (se calcula que unos 12,000 incluyendo 2,000 niños menores de 16 años), se constituía también de políticos holandeses y belgas.
En su construcción no dejaron de lado un crematorio así como horcas de ejecución. Actualmente el crematorio se encuentra en obras hasta abril por lo que no pudimos entrar a visitarlo. Pero sin duda el suceso más notorio del campo fue el transporte de Vught a Westerbork(otro campo de tránsito) el 5 de junio de 1943 y de allí a otro de exterminio con unos 2,000 niños. En recuerdo a ellos se ha realizado una escultura con unas barras de acero con todos los nombres y la edad de aquellos que murieron, sin duda uno de los sitios más emotivos de la visita.
Más de 30,000 personas pasaron por este campo de concentración con unas condiciones que cuesta creer hasta que punto el hombre es capaz de hacer algo tan espantoso. En las fotos podemos ver como dormían todos sin espacio alguno en las literas nada cómodas con un único saco de paja para dormir y una chaqueta y pantalón de rayas cuya tela no es precisamente caliente todo acompañado por unos zuecos de madera, ésa era su única indumentaria.
En cuanto a la alimentación se basaba únicamente en una especie de café o te por la mañana, una sopa al medio día y un trozo de pan para cenar, cada 10 o 15 días les cambiaban la cena por un trozo de chorizo o similar, todo ello junto con más de 10 horas al día de trabajo de lunes a sábado.
749 fueron las personas que murieron en el campo por diversas razones, dentro del edificio hay una sala con todos los nombres de aquellas personas con su nombre, fecha de nacimiento y muerte. En la siguiente imagen podemos imaginarnos las crueles condiciones de vida, mientras que la persona de la izquierda murió con 83 años la de la derecha con tan sólo 5 meses.
Personalmente es un lugar que recomiendo para cualquier visitante que viaje a Holanda y le interese en más o menos medida nuestra historia, aquí os dejo el enlace de su web oficial para más información. Espero que os haya interesado.
Tourmanía 2.0 
Estos sitios debrían ser visitados por todxs los estudiantes del mundo para que nunca se olviden de lo que es capaz de hacer el ser humano.